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domingo, 31 de julio de 2011

Diferencias entre sexo, identidad de género y sexualidad.

Al plantear el manejo de la sexualidad es necesario tener claro conceptos como: sexo, identidad de género y sexualidad. Los mismos no deben confundirse ya que tienen connotaciones muy particulares. En este sentido se pasará a mencionar cada uno de ellos.
El sexo se refiere básicamente a la condición fisiológica, orgánica y anatómica que diferencian el hombre de la mujer. Son el conjunto de características y funciones de orden biológico que coloca a los seres humanos en un lugar de continuo que tiene como extremos individuos reproductivamente complementarios.
Producto de un proceso gradual de diferenciación iniciado en el momento de la fecundación se desarrolla el establecimiento de determinado sexo en la persona generando como resultado atributos biológicos que caracterizan al hombre y a la mujer.
La identidad de género se entiende como el conjunto de pautas culturales con las que se asocian los comportamientos que deben tener tanto hombres como mujeres. Esto implica las creencias y valores en cada cultura de lo que es masculino o femenino, características individuales y la forma de relacionarse entre ellos. A lo biológico se le agregan pautas psicosociales de comportamiento que marcan la identidad de género.
La sexualidad no debe confundirse con la genitalidad que se refiere puramente a la satisfacción de una necesidad fisiológica humana (relaciones genitales o coitales). La misma estipula formas de pensar, actuar, sentir en relación al mundo que lo rodea. Comprende aspectos físicos en donde se incluye el desarrollo del cuerpo, cambios asociados con la pubertad y procesos fisiológicos como la menstruación y eyaculación.
En este sentido la sexualidad se define como una dimensión que contempla toda clase de actividades que conduzcan a la búsqueda de placer y todas las formas de relaciones interpersonales e intersubjetivas. Es así como la sexualidad permite al sujeto dar cuenta de sí mismo en relación con el otro, indispensable para constituirse en un ser sexuado.
La sexualidad humana se hace, conforma y sostiene gracias a la presencia de acciones concretas y específicas del conjunto social y familiar.
El logro de una determinada identidad sexual dependerá de las vinculaciones afectivas que la persona haya desarrollado así como de sus características individuales, de las conductas sexuales aprendidas, imprimiéndole una particularidad a su forma de expresar su sexualidad.
Teniendo claro estos conceptos se establecerá la forma en que la sexualidad se presenta en la adolescencia a fin de comprender las actitudes asumidas por las adolescentes respecto a su sexualidad.

LA SEXUALIDAD EN SECUNDARIA (13 A 15 AÑOS)

Los años de la secundaria coinciden con los mayores cambios en el desarrollo de niños y niñas: cambios hormonales que traen consigo la aparición de las llamadas características sexuales secundarias: vello púbico, modificación de la voz, crecimiento de senos, menstruación, ensanchamiento de caderas, aparición del bigote, etcétera. Ocurre también una mayor apropiación del lenguaje, de la capacidad expresiva y de las estructuras lógicas. Así, del pensamiento concreto, regularmente característico de la infancia, en el que se piensa uno por uno los problemas que se van presentando, se pasa a pensamientos más abstractos y generales, lo que permite hilar los problemas y contrastarlos entre sí. También hay cambios en las emociones: en esta etapa se cristaliza la personalidad y va surgiendo un impulso de afirmación que se tornará completamente franco cuando el individuo llegue al centro de la adolescencia. Estos cambios, como todos los que en el libro se mencionan, son obviamente generalizaciones que no deben tomarse como una regla.

A estos cambios se suman también las diferencias entre la escuela primaria y la escuela secundaria: de un sistema en el que los niños tienen, en la mayoría de los casos, una sola maestra o maestro por año, se pasa al maestro por materia y ello ocurre, precisamente, cuando más falta hace una mayor vinculación maestro-alumno, pues son los años en los que, jovencitos y jovencitas, justamente por estar experimentando tantas transformaciones, tienen como principal inquietud comprenderse a sí mismos, comprender sus cuerpos, sus sentimientos, las relaciones con su familia, con sus compañeros y, en general, con el mundo. Es cuando más orientación requieren.

Esta búsqueda de sí mismos, saber quiénes son y qué hacer con sus vidas, es característica de los adolescentes. Entre la niñez, cuando la identidad se encuentra en la familia y niños y niñas son como un espejo de lo que se piensa en sus casas, y la madurez en la que ya se ha elegido una forma y unos valores con los que uno se identifica, está la adolescencia, esa etapa en la que ya no se es niño, pero tampoco adulto.

LA HOMOFOBIA